Solo sabía que quería escaparme; sin saber si lo que necesitaba se encontraba allí.
El coche negro aparcó en la entrada bajo la única luz nocturna, desde la ventanilla se distinguía el antiguo hall. Baje con una maleta, los zapatos de tacón se deslizaban ligeramente sobre la húmeda gravilla y entre por la puerta giratoria de madera que hacia transportarme a un balneario del siglo pasado....
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